El método para derribar los pensamientos y patrones de carencia que te alejan de vivir el estilo de vida de tus sueños.

En el 2000 el banco en el que trabajaba QUEBRÓ, me quedé sin trabajo y sin mi ÚNICA FUENTE DE INGRESO, y aunque fui indemnizada, cuando me dieron ese cheque, me puse a llorar, porque no tenía idea de qué hacer. Mi cerebro se había apagado por la comodidad de recibir mis quincenas. Ahí me di cuenta de que algo tenía que cambiar.

 
Lo primero es que decidí que no quería tener una sola fuente de ingresos, depender únicamente de «ella», y verme en una situación similar otra vez; empecé a cuestionarme todo, ejercité el tener nuevos hábitos mentales, estudié programación neurolingüística y hasta invertí en un entrenamiento financiero. Ahí todas esas ideas falsas del dinero se terminaron de caer, pues, identifiqué todos mis sentimientos y patrones mentales. Gracias a esos cambios de patrones, hoy me siento respaldada, fluyendo con las situaciones de la vida, como la que me pasó el año anterior, cuando cerré una de mis principales fuentes de ingreso, pudiendo seguir con mi estilo de vida, hacer cambios y tomar decisiones desde la abundancia y no desde el miedo.
 
Hoy, además de ayudar a cientos de mujeres a empezar sus emprendimientos, monetizar sus ideas y no depender de solo una fuente de ingreso; he logrado diversificar mis líneas de negocios, crear nuevas fuentes de ingresos, incluso ingresos pasivos que solventan el estilo de vida que quiero vivir.
 
A través de mi programa FIFF he ayudado a más de 500 mujeres a dar el paso, a perder el miedo a lanzarse, y empezar a crear esa independencia financiera que les permite dejar de quejarse de que no pueden pagar algo que quieren porque no les cancelan la quincena, porque dependen de un único ingreso, o porque no les llega más dinero.